domingo, 4 de septiembre de 2011

Patrones de tela gris.

Por el sendero sanguinario de la destrucción,
el mundo canta su canción,
los árboles grises, pagan con su vida
ya ni tan siquiera, en ellos, los pájaros anidan.

El cielo brilla con matices de polución,
arrastrando colores de ningún color.

La vida pasa rápidamente,
sin esperar a que coma la gente
 que tiene la peste ,
que vive en Oriente.

No espero sino el momento,
de que mejore el aliento
del poderoso cemento,
que crece con los cimientos
sin recibir escarmiento,
de la madre natura.

Yo soy el primero, señores
que me fumo la vida
en muy pocas caladas,
sin degustar apenas nada,
de algunas noches veladas
en negro y carmín.

No quiero enseñar a nadie como debe ser,
cada cual canta su canción,
aunque a veces parezcamos clichés,
sacados de un penoso e igual patrón.

“ Y yo quiero ser diferente,
muy a pesar de lo que diga la gente”.


                              Nika.

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