¿Dónde puedo enterrar mis palabras?
¿en una caja blanca con la llave del destino?
¿Dónde podría esconderlas? si quien sueña,
sin quererlo habla con la madrugada.
Mis palabras son cadáveres culpables
y las puedo esconder entre las sábanas
pero no se las puedo ocultar a la noche.
El sol también es testigo de cuanto dije
y me enfría el alma nublando mi perdón,
son las nubes los testigos de mi voz.
Las enterraré secas bajo el sol,
en soledad y silencio ciego...
y les pondré dos acertijos por esquela.
¿Dónde enterrar sílabas culpables?
¿Dónde yacerán mejor?
búscalas donde enterramos el olvido
nunca donde sepultamos el perdón.
tus palabras están vivas,
ResponderEliminarcada vez que alguien se acerca
por la vera del camino
se levantan y saludan,
bailan corretean y juegan
hasta que al fin se despiden
cuando el lector se aleja
para dormir de nuevo
esperando resurrecciones eternas.
b♪s