¡Dime que no fue verdad!
que me encontré con tus ojos y no los pude besar
dime que no fue real...
que me asaltaron las dudas a modo de lanza o puñal,
dime que no es realidad...
ángel mío, que me amaste en soledad.
Pasé por puentes, ríos y veredas
con los verdes de las viñas y los rojos de las huertas...
Caminé por los caminos, deambulé por las aceras
pero sentí que tus ojos me seguían en Ultreia.
Caminito a las estrellas mi barco sobre tu mar
mi barco anclado en la arena que viajaba en soledad.
Y regresé...
Sí regresé para encontrarte, tan cercano y tan distante.
Tan caballero y profano, tan soberbio y tan galante.
Tan tú... tan... excitante.
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