viernes, 14 de febrero de 2014

Visita


No quiero perturbar tu noche.

Quiero que tu noche sea:

clara, serena, brillante, mágica;

llena de estrellas.

No quiero perturbar tu noche;

tan solo soy visitante en esta dimensión;

en este nivel.

Estoy aquí en tu esquina,

el viento ondula mi cabello

las luces apagadas.

Sólo soy viajera deteniéndose

por un instante, contemplo

y me decido a entrar en tu puerta.

Tu habitación tibia, mi calle fría.

Aspiro el aroma de tu habitación,

marcado por el compás de tu respiración.

Tu cabeza sobre la almohada,

un pétalo de rosa sobre la mesita,

tu rostro sereno, tus ojos de ángel.

El compás de tu respiración

y el silencio de mi mundo.

Tan cerca, que casi toco tus sueños,

tus pensamientos.

Pero los dejo allí, porque te pertenecen.

Velo tu sueño y continúo caminando en mi nivel.

Allí me espero, en la misma esquina,

mientras me pregunto el porqué de la demora;

y me explico -estuve buscando un beso

que se me extravió.

Tal vez lo encuentres sobre tu frente

en esta mañana.

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